LA MISA DE LA 2
Si nos pusiésemos a pensar en los problemas acuciantes que tiene nuestra sociedad, de repente se nos agolparían muchos en nuestras cabezas, nos vendrían muy variados pensamientos sobre las cosas que nos preocupan, pero estoy seguro que de entre la diversidad de todos ellos habría uno común para todos, el que todos señalaríamos como el principal motivo de nuestras inquietudes, efectivamente, la misa de la 2.
Por eso los constructores de la “nueva” sociedad, los salvadores del pueblo, esos que han venido con un ideario novedoso, el comunismo, han reactivado su enésima cruzada laicista, para acabar con la pérfida Iglesia Católica y sus maquiavélicas intromisiones en nuestras vidas con esos programas tan subversivos ¿Cómo no instigar una campaña para retirar ese reaccionario programa que habitualmente ven ancianos y enfermos católicos que tras haber pagado “religiosamente” sus impuestos durante toda su vida, quieren que la televisión pública les permita durante media hora vivir la celebración de la Eucaristía dominical a la que no pueden asistir presencialmente por problemas de salud? Hay que impedir esa situación tan perniciosa para la sociedad, es realmente indignante que el estado siga financiando ese programa que insta al odio y el enfrentamiento en vez de emitir en redifusión el carnaval de Las Palmas y sus artísticos performance.
España es un país laico y por lo tanto por lo que debe luchar es por derogar esa liberticida normativa europea que impide a las mujeres musulmanas expresar su libertad religiosa asistiendo al trabajo con esa nobilísima prenda que es el “hijab” que tanto enaltece la dignidad e igualdad de la mujer en nuestra sociedad. Estas son las cosas que coherentemente defiende un partido laicista que quiere una sociedad atea y que curiosamente se financia con el dinero de una teocracia que lapida mujeres adúlteras y ejecuta en la horca a los homosexuales. Comunismo populista en estado puro.
Es evidente que la cruzada de esta jauría rabiosa no es una lucha por un estado aconfesional o laico, eso sería una cuestión discutible y defendible desde unos parámetros coherentes; se podría hablar de la idoneidad o no de apartar a Dios de todo lo referente a las raíces de la cultura e idiosincrasia de un país. Pero una vez que se toma la decisión, en mi opinión equivocada, lo coherente es ser ecuánime y coherente, sin sesgos, como se hace Francia, donde no se persigue más a unas religiones que a otras, simplemente se aparta cualquier confesión de las directrices políticas y leyes que se promulgan evitando el crucifijo o el “hijab” de igual manera. Sigue siendo un error pues en la cultura y tradiciones de ese país no han significado lo mismo lo uno y el otro, pero al final una coherencia legal las iguala en el trato.
Aquí en España estos hijos resabiados del comunismo más descarnado gritan con orgullo y sincastigo por parte de la ley, los lemas guerracivilistas y generadores de violencia que pregonaban sus abuelos hace 80 años, con un odio y una rabia que denota interés cero por la aconfesionalidad del estado; “Arderéis como en el 36” “La Iglesia que ilumina es la que se arde” no es pretender que el estado legisle conforme a canones humanos evitando sesgo confesional, es odio puro y duro, es venganza, es ánimo de revancha y exterminio. Entrar en una capilla semidesnuda interrumpiendo el culto legal no es defensa de la aconfesionalidad de la universidad, es ánimo de herir lo más sagrado de los creyentes a los que se quiere amedrentar y erradicar. Intentar prohibir la misa de los domingos en la 2 no es luchar por una televisión pública aconfesional porque se excluye de esa petición la retirada de los espacios religiosos que otras confesiones tienen en esa misma cadena. Es simple odio, persecución hacia la Iglesia de Cristo.
Pero le diría al “señor” Iglesias (en su apellido lleva su penitencia), que tampoco en eso ha sido original, esa persecución, con más violencia todavía, ya la iniciaron unos tipos romanos (Calígula, Nerón, Claudio, Diocleciano…) hace 2000 años contra unos pobres necios que se escondían en catacumbas, con muy poco éxito, ahí tiene usted a la Iglesia Católica 20 siglos después extendida por toda la Tierra.
Desde mi pobre fe, creo que el señor permite estos acontecimientos para sacar de nuestra desidia e inactividad a millones de cristianos de nombre, pero no de acción; aquellos que somos bautizados por tradición, que nos denominamos católicos pero que no ejercemos como tales y que vivimos en la indiferencia ante el progresivo avance de las fuerzas del mal. Al menos eso fue lo que a mí me ocurrió, no vivía la fe hasta que el hecho de ver a esta gente rabiosa en su lucha sin cuartel por erradicarla me hizo reaccionar: ¡No puedo dejarme llevar en mi inacción por esta corriente perversa!
Hoy he leído un tuit de Luis del Pino replanteándose su agnosticismo para no parecerse a esa insensata horda anticristiana. La campaña “antimisa” de este demoniaco personaje ha servido para triplicar la audiencia de la misa de la 2, con lo cual tres veces más personas, aunque sea por protestar, han oído la verdad del Evangelio, en sus corazones se derramó el Agua Viva que quiere hacer rebrotar la semilla que un día se plantó en el bautismo.
Dios escribe derecho con renglones torcidos y es posible que quiera curar a unos cristianos enfermos con un drástico tratamiento. Cristianos con el colesterol del aburguesamiento obturando las venas por las que debe correr nuestra fe, la cual no llega a un corazón que se nos está infartando en nuestro inmovilismo en nuestra desidia e indiferencia al prójimo, alejados de la Iglesia y de los sacramentos. Este personaje radical y siniestro es un tratamiento intensivo, severo e invasivo, que está empezando a base de disgustos a arrancar de nuestros vasos ese colesterol que los obtura y la fe está empezando a volver a fluir para llegar a nuestro moribundo corazón cristiano a causa de nuestra indolencia y nuestro silencio cómplice.
Es tiempo de Cuaresma, tiempo de conversión ¡Ánimo! Las fuerzas del mal no prevalecerán.